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Según un nuevo estudio, las actitudes hacia los inmigrantes en EE.UU. cambiaron completamente con el tiempo. ¿Recibían antes un trato diferente? ¿Qué ha provocado el cambio?
Las actitudes hacia los inmigrantes varían según las culturas y los países. La mayor o menor acogida que se tiene con quienes vienen de otras tierras es algo complejo en lo que suelen intervenir muchos factores, como la historia del lugar, la cultura y las políticas migratorias locales. Pero lo que más llama la atención es cuando esta actitud varía tanto en tan poco tiempo y en un mismo país, como en el caso del trato recibido por los inmigrantes en Estados Unidos.
Hace unos días, un nuevo estudio realizado mediante IA reveló que la hostilidad hacia los inmigrantes o los sentimientos antiinmigración, en general, no siempre han existido en Estados Unidos. ¿Qué pasó entonces?
Un innovador estudio analiza el trato que reciben los inmigrantes en Estados Unidos
El estudio del que hablamos se basó en el uso de inteligencia artificial y se publicó recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Los resultados de la investigación aportan una sorprendente perspectiva histórica que nos hace reflexionar sobre el trato que reciben hoy los inmigrantes en Estados Unidos.
La metodología utilizada por los investigadores consistió en el análisis del tono de los discursos presidenciales y del Congreso desde 1880 hasta la actualidad. En total, el equipo evaluó 8 millones de discursos y luego profundizó en más de 200.000 que eran relevantes para la inmigración en Estados Unidos. Mediante el análisis del lenguaje y los términos utilizados, los investigadores determinaron si los discursos eran positivos, negativos o neutros.
Los discursos negativos, es decir, las narrativas racistas o antiinmigrantes, tendían a utilizar palabras asociadas a la delincuencia, las amenazas, la mano de obra barata y el terrorismo. Por el contrario, los discursos positivos, favorables a la inmigración, eran más propensos a utilizar términos asociados con la comunidad, el trabajo duro, las necesidades humanitarias y las contribuciones al país.
La Segunda Guerra Mundial marcó un antes y un después en el trato a los inmigrantes en Estados Unidos
En resumen, el estudio constata que la tendencia general de los discursos políticos sobre los inmigrantes en EE.UU. fue muy hostil hasta la Segunda Guerra Mundial. Pero tras este suceso, rápidamente se volvió más favorable, una tendencia que ha continuado, por término medio, hasta la actualidad. Pero veámoslo con más detalle.
Según los especialistas, la tendencia general de los discursos anteriores a los años veinte era marcadamente negativa. Pero en una sola generación, entre 1945 y 1965, cambió a notablemente positiva. Afortunadamente, el sentimiento positivo siguió creciendo en las últimas décadas, incluso después de la reapertura de la frontera en 1965 y cuando el flujo de inmigrantes procedentes de Centroamérica y Asia sustituyó a la migración procedente de Europa.
Al mismo tiempo, sin embargo, las actitudes hacia los inmigrantes en Estados Unidos se han polarizado cada vez más en función de los partidos. Entre quienes se oponen a la inmigración, la hostilidad sigue siendo alta. Los republicanos son mucho más propensos a utilizar un lenguaje sutilmente deshumanizado que implícitamente caracteriza a los inmigrantes como animales, máquinas o carga.
Esta retórica hostil hacia los inmigrantes latinos y, en particular, hacia los mexicanos, que está teniendo lugar actualmente entre los políticos contrarios a la inmigración, recuerda mucho a la que se utilizó contra los inmigrantes chinos a finales del siglo XIX, cuando fueron objeto de las primeras restricciones a la inmigración.
Diferencias entre discursos republicanos y discursos demócratas
Hasta aproximadamente el año 1980, los discursos de los políticos republicanos y demócratas tenían un tono similar, siendo mayoritariamente negativos hasta la Segunda Guerra Mundial y positivos desde entonces. Pero los dos partidos empezaron a divergir después de 1980 y rápidamente después de 2000.
Los investigadores señalan que el resultado global del estudio es que han disminuido los sentimientos contrarios a la inmigración. Esto concuerda con recientes sondeos públicos. Así lo afirmó Ran Abramitzky, profesor de economía e historiador económico de Stanford vinculado al estudio.
«Aunque las opiniones sobre la inmigración están más polarizadas por partidos que nunca, hay una mayoría silenciosa que está a favor de la inmigración. Las actitudes hacia la inmigración son más positivas ahora que en casi cualquier otro momento de la historia de EEUU.»
dijo Abramitzky.
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